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Uno es mañanero, el otro es nocturno. Uno se pone tenis azules, el otro jamás los usaría.

Sobre estos contrastes los salseros Víctor Manuelle y Gilberto Santa Rosa han logrado cultivar una amistad que a veces trasciende a una relación de hermanos y hasta de padre e hijo, aunque las canas que luce “El Caballero de la Salsa” no son suficientes como para ser el papá de “El Sonero de la Juventud”.

Realmente entre ellos son más las similitudes que las diferencias, pero las tienen. ¿La más grave? Sus relojes corren en direcciones distintas.

“El horario es la única cosa que es irreconciliable, porque yo soy mañanero, a éste le gusta dormir por el día”, precisa Gilbertito, quien se asombra si en su Blackberry se refleja el teléfono de Víctor a tempranas horas del día.

Al intérprete de Dile a ella, además, no le gusta salir cuando anda de gira, contrario a su padrino musical, que disfruta de irse a caminar por muchas de las ciudades que visita.

“Yo soy de los que me encierro en el cuarto y no salgo”, sostiene Víctor.

Otro punto de desencuentro entre estas voces de la salsa es la moda.

Víctor es arrojado, Gilberto es más tradicional, a lo Frank Sinatra, uno de sus personajes favoritos.

“Yo me siento gente con una chaqueta puesta, pero trato de ver por dónde va la moda”, abunda el vocalista de Almas gemelas.

“Hay cosas que la gente piensa que no me las pongo porque no me atrevo y quizás no me atrevo porque tengo mis limitaciones, obviamente, éste es un tipo alto, esbelto, yo tengo mis limitaciones, yo tengo que cuidarme... yo pasé por el proceso de tratar de estar en la moda y no me salió, tuve muchos accidentes”, confiesa Gilbertito sobre las modas que se atrevió lucir en los años 80.

“Yo veo esas fotos y digo: 'Dios mío', pero se me quitó la onda, porque uno va madurando”, afirma.

Víctor, en cambio, no tiene problemas si la ropa tiene alguna arruga o si se tiene que poner unos tenis verdes.

“Yo soy bien atrevido para esas cosas”, asegura.

A pesar de tener gustos contrarios, son más las cosas que comparten.

El respeto al trabajo, a la familia, el valor que dan a eso que sus papás le llaman la palabra de hombre y su disciplina son algunas de las cosas en las que coinciden.

“Quizás las personalidades no (sean iguales), pero como la base fundamental de las dos familias es tan parecida, ahí es donde nosotros coincidimos en tantas cosas, que aunque él lo exprese de una manera y yo de otra, vamos por el mismo camino”, detalla Víctor.

Son estas semejanzas las que les han permitido llevar la gira La historia continúa de una forma relajada, según la descripción del cantante de Conteo regresivo.

Entre ellos, dicen, no hay preocupaciones por quién toma ventaja sobre el otro, pues “nos cuidamos más nosotros que lo que nos puede cuidar cualquier productor”, apunta Víctor.
Harán cambios

Víctor Manuelle y Gilberto Santa Rosa están claros en que su concierto en Puerto Rico no puede ser igual al resto de la gira.

No obstante, las sorpresas y las alteraciones que harán al libreto, se las reservan.

El público sí podrá disfrutar de sus clásicos y del repertorio que ambos han cosechado durante los pasados ocho años, cuando debió haberse dado esta gira bajo el nombre Dos soneros, una historia.
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